Cómo cuidar de tu pareja durante un tratamiento de fertilidad
Las implicaciones de un tratamiento de fertilidad son muchas.
Por un lado, muchas parejas recurren a este tratamiento después de una larga etapa en la que han intentado tener un bebé sin éxito. La moral está por los suelos, y esto supone el telón de fondo en un proceso de por sí exigente y estresante para muchas personas.
A menudo es difícil para la pareja experimentar la sexualidad con placer, ya que ésta se convierte más en una obligación, y tiene inevitablemente la carga de la fertilidad. Además, son frecuentes los conflictos en la pareja, aunque también hay personas a las que estos problemas de fertilidad consiguen acercar más que nunca.
¿En qué formas puede afectar este tratamiento a tu salud mental? ¿Cómo cuidarte durante esta etapa para sobrellevarla con serenidad y optimismo?
Relaciones sexuales con tu pareja
Durante este tipo de tratamientos de fertilidad, es normal que el deseo y la motivación por las relaciones sexuales en la pareja se queden por el camino o surjan conflictos que antes no existían.
La espontaneidad, por ejemplo, que supone un factor muy importante para una sexualidad plena en la pareja, suele verse muy afectada. La monitorización de los ciclos de fertilidad de la mujer hace que el sexo siga un plan y que los encuentros estén casi marcados en el calendario, tanto en los días fértiles como después de la estimulación hormonal.
Esta falta de espontaneidad puede provocar algunos problemas como sequedad vaginal o disfunción eréctil. Si la apatía por parte de ambos o algún miembro de la pareja continúa, puede ayudar el tomarse un tiempo del tratamiento. La idea es volver a ‘olvidar’ las normas y reprogramar la mente para el sexo vuelva a ser algo apetecible y espontáneo, algo que hará que ambos lo disfrutéis sin presiones y desaparezcan estas afecciones.
Estado de ánimo
Las emociones durante un tratamiento de fertilidad pueden suponer una montaña rusa. Aunque desde fuera se entienda que ambos miembros de la pareja tienen el objetivo de tener un bebé y que el tratamiento es una forma de conseguirlo, desde dentro de la pareja esto puede tener muchas implicaciones.
Y a menudo no es fácil decirle a la otra persona qué es lo que te mueve o qué apoyo necesitas mientras dure el tratamiento. A veces en la pareja se crea un silencio porque uno de los miembros (incluso de forma inconsciente) culpa al otro de sus problemas de infertilidad o siente por el contrario que toda la responsabilidad es suya.
También puede ocurrir que surjan otros pensamientos, como que la idea de tener un hijo es menos importante para la otra persona, o incluso que tu pareja pueda abandonarte si no conseguís tener ese bebé que estáis buscando. Un tratamiento de fertilidad es, como hemos visto, mental y físicamente exigente, y puede provocar que se intensifiquen este tipo de pensamientos y temores.
Comprensión por encima de todo
Todos estos factores pueden llevar a que la pareja se pierda, que se diluya la idea de compañerismo y que ambos miembros se sientan solos en la consecución del objetivo: tener un bebé.
Por ello, durante este tipo de tratamientos es más importante que nunca conocer los sentimientos, deseos y temores de tu pareja, y conseguir entenderlos si son diferentes a los de uno mismo.
La inseguridad, los conflictos y las discusiones son más fáciles de evitar o de sobrellevar si conseguís entenderos mejor y respetar las actitudes del otro.
Estas son algunas de nuestras recomendaciones para evitar conflictos en la pareja durante un tratamiento de infertilidad:
Déjanos tu comentario
0 Comentario(s)