Ácido fólico: por qué es importante durante el embarazo y cuándo debes empezar a tomarlo

El ácido fólico o folato es una vitamina del grupo B (también conocida como vitamina B9) que el cuerpo utiliza para producir células nuevas.

Esta vitamina es esencial para la salud de todos, debido a su papel en la regeneración por ejemplo de la piel, del cabello y de las uñas, que se realiza continuamente. 

Su forma sintética se denomina ácido fólico (la utilizada en suplementos nutricionales y alimentos fortificados como pasta, pan, cereales o arroz, entre otros), mientras que la forma natural se denomina folato y puede encontrarse en alimentos como las verduras de hoja verde (como el kale, la espinaca y el brócoli) las legumbres y las naranjas.

Aunque se desconocen los mecanismos específicos, hoy en día se sabe que el ácido fólico juega un papel crucial en la formación del tubo neural del feto en las primeras semanas de embarazo. 

Esto significa que la ingesta de esta vitamina desde antes del embarazo (de manera que te asegures de no tener deficiencia de la misma en el momento de la fertilización) puede ayudar a prevenir defectos en el feto relacionados con la formación del tubo neural.

Estos defectos están relacionados con el desarrollo del cerebro y la columna vertebral. Algunos de los más comunes son:

• Anencefalia: defecto del cerebro grave causado por una falta en su desarrollo

• Encefalocele: apertura en el cráneo a través de la cual el tejido cerebral sobresale hacia la piel

• Espina bífida: producida por el cierre incompleto de la médula espinal y la columna vertebral

La ingesta de una cantidad adecuada de ácido fólico también contribuye a prevenir otros defectos, como el labio leporino, algunos problemas cardíacos y deformaciones en el paladar (como el paladar hendido).

Estos defectos mencionados suelen producirse en los primeros 28 días de embarazo, normalmente antes de que la mujer sepa que está embarazada.

Por ello, y para garantizar un aporte suficiente en los primeros días críticos de desarrollo embrionario, se recomienda empezar a tomar ácido fólico al menos dos meses antes de la concepción, tanto reforzando tu ingesta de alimentos clave como mediante un suplemento nutricional específico.

En cualquier caso lo ideal es que empieces a suplementarte desde que sientas el deseo de ser mamá si te encuentras en edad fértil.

Por otro lado, es recomendable continuar la suplementación de ácido fólico durante las primeras 12 semanas del embarazo.

En general se recomienda a todas las mujeres que quieran ser mamás tomar un complemento vitamínico de ácido fólico que contenga 400 microgramos de esta vitamina. Esta cantidad debe aportarse diariamente, y siempre en combinación con una dieta saludable. 

En general una suplementación adicional a esta cantidad no ofrece unos mejores resultados. Sin embargo, existen algunos casos particulares en los cuales la dosis diaria recomendada puede variar.

Si ya has tenido un embarazo en el que se hayan dado defectos del tubo neural, te recomendamos que consultes con tu profesional sanitario ya que podría recomendarte una pauta adecuada a tu caso.

También debes consultar a tu equipo de médicos si sufres de diabetes, obesidad o epilepsia, ya que estas patologías pueden incrementar el riesgo de que se produzcan trastornos en el tubo neural del feto, por lo que tu requerimiento de ácido fólico podría ser diferente.

El motivo por el que se recomienda un aporte extra de ácido fólico en forma de suplemento nutricional a las mujeres que buscan quedarse embarazadas está relacionado con la absorción de esta vitamina por parte del organismo.

Como hemos mencionado antes, la forma natural de la vitamina B9, el folato, se encuentra en algunos alimentos como las legumbres y las verduras de hoja verde. Sin embargo, en esta forma, el cuerpo solo es capaz de absorber alrededor de un 50% del mismo, y esto depende de varios factores entre los que se incluyen los alimentos que se tomen juntos en una misma comida, la forma de cocción y el almacenamiento.

En el caso de alimentos enriquecidos, como los llamados cereales del desayuno, harinas y pastas, este porcentaje sube hasta un 85%.

Solo si se trata de ácido fólico en forma de suplemento vitamínico podemos hablar de una absorción cercana al 100%, por lo que esta es la opción recomendada para garantizar un aporte suficiente para la madre y el futuro bebé.